domingo, 15 de abril de 2007

An entire Life

Hay series, como la comentada en esta entrada y cuyos personajes reconocerá en seguida el lector atento, pues se han ido filtrando aquí y allá en este blog, que merecerían el apelativo de edulcoradas y edulcorantes... una expresión que leí en un foro de cine no muy, muy lejano y que me ha gustado especialmente.

Un juicio y unos calificativos, que como digo parecerían los más apropiados para este serie, Maria Sama ga Miteru (la virgen María nos está mirando) especialmente cuando se repara en que la serie utiliza como material de partida unas novelas para jovencitas en las que se describe, lo que podríamos llamar con muchas comillas (y luego veremos porqué) una serie de amores platónicos, que como se puede suponer. se reducen a miradas, caricias y palabras...

...y nos equvocariamos gravemente, puesto que a pesar del azucar presente en la serie, que lo hay y mucho, ésta se mueve en un terreno extrañamente ambiguo, una zona de nadie donde se pierden las referencias, y que ha contribuido al éxito de la serie.... especialmente entre los hombres, de los que se esperaría una preferencia por contenidos, digamos más viriles, al estilo del 300 de moda.

He hablado de ambigüedad y de tierras de nadie. Quizás debería hablar de refugios y paraísos, puesto que el ambiente en que tiene lugar la historia, no es sino un colegio femenino católico, vedado a los hombres, y las relaciones de ternura, admiración y practicamente amor, se establecen entre las alumnas, hasta un extremo que como digo se antojan muchos más profundas que las que fueran a tener posteriormente con sus novios, amantes o maridos, y el colegio se torna, por tanto una especie de Ciudad de las mujeres, al estilo de Catalina de Pisano, un lugar donde ellas pueden ser ellas mismas, en completa libertad y sin miedo alguno.

No es menos curioso el sistema, el modo y ritual en que estas relaciones se establecen. En todos los casos, una alumna de los cursos superiores elije a otra alumna de los cursos inferiores, para hacerla su soeur, ergo, educarla e instruirla, en una ceremonia que tiene lugar ante la figura de la virgen que se encuentra en elpatio del colegio, y que consiste en entregar el rosario de la mayor a la menor, en lo que es casi un remedo de matrimonio.

Sin embargo, a pesar de la solemnidad de esa unión, todos esos enlaces se saben efímeros, con una fecha de caducidad marcada desde su establecimiento y que coincide con el momento en que la mayor se gradúe. Una transitoriedad que obliga, en cierta manera, a apurar con mayor ansia los breves meses en compañía de ambas parejas, y una temporalidad que obliga también a que la menor, en los últimos meses que le quedan con su soeur, deba ocuparse de buscar a una tercera alumna para convertirla a su vez en su soeur, estableciéndose así una especia de tríos, donde la de en medio sirve de nexo de unión entre la mayor y la pequeña, y que sirven para que el sistema de las soeur se perpetúe aunque las alumnas cambien.

Para cerrar esta introducción, necesaria para que se comprenda lo que sigue, no es menos curioso que aunque, en la historia de la serie, la pareja protagonista, sea la formada por Sachiko y Yumi, quien se hace con la serie es uno de los secudarios, Sei, simplemente porque de ella se nos da la oportunidad de contemplar toda su evolución espiritual, más en concreto y esto es muy importante, como las diferentes relaciones, vamos a llamarlas, amorosas, en las que se ve involucrada durante su estancia en el colegio, van modificando su carácter, transformándola y haciéndola madurar, llevándola de una adolescente solitaria y aislada, a un a mujer madura y segura de sí misma.




Así ocurre que la primera relación que experimenta, lo que podríamos calificar como su primer amor, con la joven que la ha elegido como soeur, nos muestra a una Sei esencialmente insatisfecha, incapaz de superar la distancia que les separa, de dejar de pensar a su pareja como alguien que está muy por encima de ella, que sabe y conoce todo.

Alguien en definitiva ante quien no puede sincerarse, aunque le sirva como puerto de abrigo, especialmente, cuando Sei comience su segunda relación amorosa con Shiori.



Si la relación anterior había nacido bajo el signo de la admiración, esta lo hace bajo el de la pasión. El sentimiento que comparten, porque el suyo es un amor correspondido, se muestra incontrolable, irracional, imposible de llevar a unos terminos familiares, doloroso y dolorido incluso en los momentos en que los que el resultado debería ser el gozo y la la alegría.

Una pasión que consume a ambas y acaba por devorar también su amor, hasta culminar en una ruptura definitiva y que deja a Sei aun más solitaria y resentida que antes.


No es extraño que la siguente relación, la que establece con Shimako a pesar de los miedos, los terrores y las dudas que casi dan al traste con ella, antes de que comenzase, se muestre bajo el signo de la paz y de la tranquilidad, el equilibrio casi conyugal que necesitaba Sei para seguir adelante. La certeza de que no hay que no hay forzar nada, ni correr hacia ninguna parte, porque todo está ahí, frente a tí, y no hay obstáculos que te impidan llegar.



Pero sí faltaba algo en la vida de Sei, y es podríamos llamarlo así, un poco de diversión, de juego, de dejarse llevar sin que comprometa a nada, y esto lo consigue con Yumi, que se aviene al juego de seducción y galanteo que Sei, le propone. Una relación que a pesar de su ligereza se tiñe de amargura y melancolía, puesto que ambas ya pertenecen, por así decirlo, a otras personas y no se sienten libres para dejarlas. Con lo que, a pesar de la atracción mutua que Yumi y Sei siente por la una por la otra, a pesar también de ser confidentes y consultarse sobre el estado de sus respectivas relaciones, y a pesar, por último, de haberse confesado sus sentimientos mutuos, deciden dejar su relación en el terreno de lo nunca hecho realidad...


Y si la primera relación de Sei había sido una de admiración, la última que experimenta en el colegio, es la de ser el objeto de la admiración de otra persona, Shizuka, y que le da la oportunidad de realizar un acto de compasión, pues no se puede definir de otra manera, el escuchar su declaración, no rechazarla y mostrarse complacida por ella.


Nota 1: Para rizar el rizo, tanto Shizuka como Shimako tendrán un aparte entre ellas y hablarán de lo que es estar enamorados de la misma persona, de como esa coincidencia ha establecido un vínculo irrompible entre ellas, pero como también al mismo tiempo, las separa para siempre, en el sentido de que nunca podrán tener una relación de ese tipo entre ellas.


Nota 2: La serie nos hará un guiño al final de la segunda temporada, para mostrar qué ha sido de Sei tras su graduación... mostrándonos como es capaz de colarse en la casa de una completa desconocida, sin hacer nada, algo que sólo está al alcance de los mayores maestros....

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